jueves, 14 de agosto de 2014

Mariposas

Todo ha vuelto. Cuando he querido darme cuenta estaba fantaseando. Como hacía meses que no lo hacía.
Y no tengo que pararme a pensar mucho tiempo para saber que es por él. Soy una cobarde, pero estoy feliz. Esto me demuestra a mi misma que mi corazón late, que mi mente puede nublarse de nuevo con ñoños pensamientos de risas y caricias.
Porque la fantasía era hermosa, blanca y llena de luz, estaba amaneciendo mientras nos despertábamos. Más bien mientras me despertaba y dejaba que un dedo tímido se deslizara sobre tu piel, recorriendo con cuidado la apetecible linea de tu mentón.
Ambos sonreíamos felices, ligeros, vestidos únicamente con caricias y miradas, cargadas de sincera y silenciosa dedicación.
Ha sido tan real como puede serlo un sueño, y sin embargo he llegado a sentir el roce de tus manos en mi espalda, en mis mejillas, en mi.
Mientras tanto, las mariposas revolotean más traviesas que nunca.