jueves, 14 de agosto de 2014

Mariposas

Todo ha vuelto. Cuando he querido darme cuenta estaba fantaseando. Como hacía meses que no lo hacía.
Y no tengo que pararme a pensar mucho tiempo para saber que es por él. Soy una cobarde, pero estoy feliz. Esto me demuestra a mi misma que mi corazón late, que mi mente puede nublarse de nuevo con ñoños pensamientos de risas y caricias.
Porque la fantasía era hermosa, blanca y llena de luz, estaba amaneciendo mientras nos despertábamos. Más bien mientras me despertaba y dejaba que un dedo tímido se deslizara sobre tu piel, recorriendo con cuidado la apetecible linea de tu mentón.
Ambos sonreíamos felices, ligeros, vestidos únicamente con caricias y miradas, cargadas de sincera y silenciosa dedicación.
Ha sido tan real como puede serlo un sueño, y sin embargo he llegado a sentir el roce de tus manos en mi espalda, en mis mejillas, en mi.
Mientras tanto, las mariposas revolotean más traviesas que nunca.

viernes, 16 de agosto de 2013

Sin solución

Pero, ¿qué he hecho?

Me he pasado los últimos cinco años de mi vida fantaseando con el amor, considerando la posibilidad de que aquellos que se cruzaron en mi camino y me dejaron sin aliento se hubieran quedado también sin aliento por mí, y de tanto jugar con la fantasía deseché por completo la posibilidad de que lo que yo soñaba fuera más real que respirar.
Me encerré tan hondo, tan profundamente, en mi cuento que pinté todos sus gestos de atención como una mera distracción de mi anhelante y torturadora mente.

Quizá sea más fácil seguir viviendo mi propio engaño, pero es tarde.
La paradoja me salta a la cara como una sombra furiosa, demasiado liviana como para apartarla, pero lo suficientemente fuerte como para aferrarse a mí.

Disfracé la realidad de fantasía para ser un poco más feliz, evitando recordar que la fantasía es un gran amiga falsa, mientras la realidad que hubiera podido abrazar se presentaba mucho más completa que cualquier sueño.

Y ya no hay solución. Ya no hay realidad. Ya no hay fantasía.

viernes, 20 de abril de 2012

Pirata

"Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar."

¿No sería maravilloso ser libre? Libre de sueños, de responsabilidades, de esas sogas llamadas esperanzas que nos retienen con la amenaza de asfixiarnos si intentamos huir de ellas. Sería verdadera libertad. Dejar de pensar en todos los problemas porque los problemas desaparecieran, porque pudiéramos ceñir un cinturón de cuero marrón a nuestra cintura, sujetar con el una espada y abrazar el océano sin volver la vista a la mala tierra, a todas las tierras, sin volver a pisar jamás tierra firme, salvo cuando correspondiera saquear aquella ciudad o la de más allá.

¿No sería maravilloso gritar sin contenerse? Alzar la voz con la garganta bien abierta para que todos se enteren de que eres libre. Gritar tan alto que se estremezcan las olas y sacudan con su furia las viejas tablas de madera del navío, convirtiendo cada segundo a bordo en una aventura peligrosa, situándonos de nuevo al borde del mismísimo abismo apenas hubiéramos esquivado sus garras.

¿No sería maravilloso luchar por tu corazón? No tener patria más que la mar, no homenajear ninguna bandera que no sea la que ondea en tu barco. No volver a luchar jamás en nombre de hombres cobardes que aguardan sentados tras un escritorio, esperando una victoria que reclaman como suya, aun cuando ni sangran, ni sufren, ni matan,ni mueren. Levantar el brazo sosteniendo el sable y hacer que rueden cabezas. Poder morir con el mayor de los honores, el de haberse servido a uno mismo y haberlo hecho hasta el final.

¿No sería maravilloso ser pirata?


sábado, 17 de marzo de 2012

Nuevas sensaciones

Pienso que cada día me siento más completa. Y es fácil, siempre y cuando tenga en cuenta que estoy haciendo aquello que quiero hacer y con gente con quien quiero estar.
No sé cómo valorar todos estos cambios, todas estas situaciones nuevas y extrañas que se me presentan. Personas nuevas, amigos nuevos y propósitos totalmente diferentes.
Y, la verdad, es que sienta bien. Sienta bien levantarse con una sonrisa minutos antes de que suene el despertador. Sienta bien coger el autobús cada mañana y comprobar que esa sonrisa se mantiene, porque tienes ganas de llegar a destino y empezar a trabajar.
Arte. Esa es mi nueva motivación. Y lo maravilloso es que, aunque ahora el resto de momentos de mi vida parecen girar en torno a él, no quedan aplastados por la tormenta, sino que forman parte de ella.
Mi mente hierve con nuevas ilusiones y expectativas, con nuevas obras por conocer que, espero, causen en mi tal emoción que esto se acabe convirtiendo en una adición, maravillosamente incontrolable e inagotable.

viernes, 17 de junio de 2011

¿Dónde venden historias felices?

Creer que esa antigua obsesión ha sido superada y quedarse boquiabierta ante el asombro de comprobar que no ha sido asi.
Puede que obsesión sea una palabra demasiado fuerte; hay quienes me han dicho que es amor, pero sus caras expresaban más lástima que comprensión, por lo que si lo que doy es pena prefiero utilizar palabras apropiadas para mi enfermedad.
Porque he descubierto que estoy enferma de él. Es su recuerdo el que me desvela por las noches. Es su imagen la que me viene a la cabeza cuando decido acompañar mi silencio con música. Es una enfermedad que me encanta, he de reconocer, un mal que me hace mucho bien. Porque aunque tenga que ahogar mis sentimientos para no causarle malestar sí que puedo expresar cariño y preocupación, gracias sencillamente a que me ha permitido llamarme su amiga.
Pero no me molesta esta situación; las cosas no pueden suceder al gusto de todos, y soy la única que siente algo más que amistad.
Es extraño. Normalmente cuando reconozco que  nunca voy a poder olvidarle las palabras fluyen solas desde mi mente al teclado, pero ahora no soy capaz de ello. Y es que me he dado cuenta de dos cosas muy tristes para mi fanatasía. La primera es el hecho obvio para todos, excepto para mí, de que jamás podré formar parte de su vida tal como deseo. Todos eran consientes de ello, pero todos contribuyeron a aumentar las mismas esperanzas que ahora debo frustar. Porque no voy a ser tan hipocrita de decir que las apariencias no le importan. Lo hacen y mucho. Y la segunda cuestión es que aunque tengo asumido que nunca habrá una historia que protagonicemos los dos, si mañana me sorprendiera diciéndome que me quiere le creería, incluso  sabiendo que sus relaciones no duran mucho. Porque todo esto comenzó ya hace seis años y no va a a terminar nunca.
No se puede decidir cuando amar y cuando no. Si esa decisión tiene relevacia es que no es amor. Y tampoco se puede dejar de amar, ni tan siquiera cuando se comienza a odiar, por el simple hecho de que odiar es una forma diferente de tener a esa persona en mente. No odiamos a quienes no hemos apreciado y querido.
Hace unos meses conocí a alguien y ese contacto me hizo creer que se puede olvidar. Pero al final me he quedado igual, o peor, porque tengo que reconocer que uno siempre estará presente para mí y que el segundo podría haberlo estado y lo dejé ir por cobardía. Cosas que tiene la vida.

domingo, 29 de mayo de 2011

Palabras

Siento que me faltan las palabras, y eso es extraño, ya que han sido las únicas amigas fieles que he tenido, siempre dispuestas a reafirmar mis pensamientos.
Pero ahora no se qué las ocurre, por culpa de que extraña enfermedad no acuden a mí como desearía. Creo que han decidido que si no las uso cuando estás frente a mí para expresar lo que siento tampoco podré usarlas para otros fines. Han resuelto en que no debo recurrir a ellas para compartir mi alegría o mi pesadumbre. Ni mis miedos ni mis esperanzas han de ser ya nunca pronunciadas por mis labios mientras este nada liviano castigo termine.
Y es por ello que sólo puedo remitirme a las palabras escritas; parece ser que es el último resquicio que queda entre esas palabras que me han sido arrebatadas y la total incomunicación. Y si ya es difícil entenderse hablando, no me atrevo a plantearme la posibilidad de hacerlo sin palabras.
Aceptaré mi castigo sumisamente, con la vaga y diluida esperanza de que me sirva de lección.

viernes, 20 de mayo de 2011

Caminos

Es fácil ahora comprender que no se puede tener todo en esta vida, se puede amar a dos corazones distintos, pero solo puedes entregar el tuyo a uno. Y esto es una gran injusticia, porque cuando el amor azota y clava su dardo cruel, haciendo referencia a la magnifica obra de Muñoz Seca, todos deberian rendirse a él, sin importan cuantas almas se unan al mismo tiempo. ¿Por que tengo que entregar dos clases distintas de amor cuando tan solo logro experimentar un tipo de sentimiento por ellos?
Pero es fácil de comprender ahora, no antes, en estos momentos que pierdo todas las oportunidades presentes, tras haber dejado pasar muchas, lenta y sofocantemente, por no tener claro que alma me gustaba más ni que ojos me volvían más loca. he perdido el tiempo preguntándome que camino escoger, quejándome a mí misma de no poder tomar los dos unas veces, y otras desechando cualquier posibilidad, ante el desolador sentimiento de fututro rechazo.
Así que he ahí el problema, he diluido la arena del reloj, ni tan siquiera la he derramado, sino que he conseguido que se deshaga en poco más que vapor, en poco más que suspiros.
Perdí mis días intentando averiguar ante que voz mi corazón latía más deprisa, o ante que olor me estremecía con mayor sobrecogimiento... incluso me negué a mí misma la realidad, pensando que no sentía por nadie.
Y ahora que al fin me doy cuenta de esto, para un caso me falta confianza  y para el otro me asusta el exceso de la misma, con lo que me sumerjo de nuevo en paranoias pesimistas y desagradables.
Pero ahora da igual; de uno ya obtuve el rechazo; del otro ya no tengo tiempo. Creo que sería mejor extender las alas y volar, volar tan alto y tan lejos que todo quedara atrás para siempre, sin miradas de añoranza, porque el vientos ayudaría a borrar todos estos malditos pensamientos.