jueves, 21 de abril de 2011

Prioridades

Son suspiros torpes
que anhelan libertad;
son esquivas sirenas
que desean caminar.

Son brillantes luciérnagas
colgadas sobre el mar,
que quieren descender
y en la arena jugar.

Son anhelos, deseos, caprichos,
que nacen para expirar;
pero lo que me mueve a quererte
no sabe de tiempo, sino de eternidad.

domingo, 17 de abril de 2011

Invierno


La primavera se ha posado,
aquí, junto a mi ventana,
y yo la he espantado,
y he contemplado su vuelo asustado.

No quiero su luz ni su color,
no quiero sus olores ni su sol,
no quiero la alegría que anuncia,
no quiero su buen humor.



Prefiero mi triste y frío invierno,
porque congelada estaba yo
y tú me comenzaste a derretir,
encendiendo el calor dentro de mí.

Y si tú no vienes a posarte en mi ventana,
a desterrar la nieve que hiela y vacia mi mirada,
no quiero falsas primaveras,
no puedo ser feliz sin tí conmigo.

viernes, 15 de abril de 2011

Sonanbulismo

Cuán inesperada puede ser la vida. Y qué extrañas son las noches en que, aun dormida, hablo contigo. Y después me despierto con esa sensación de cansancio, sin recordar, pero con la segura certeza de que he hablado en voz alta estando dormida, de que, en un descuido de mi caprichosa mente, he revelado a la oscuridad de mi refugio todo lo que debería revelarte a ti.
Ahora tengo miedo de que, amparado por la silenciosa luna, algún enemigo espectro escuche y comprenda esos pensamientos desvelados contra voluntad y vaya corriendo a decírtelos al oído. Por que, en el fondo, aunque quiero ser capaz de contarte lo que siento, temo mucho más el rechazo que seguro vendría después. Y esto me llena de una desesperación alterada y pesimista, que como un eterno ciclo, conlleva una dosis mayor de miedo cada vez.
Si mi sueño habla palabras que son mías pero no quiero compartir, ¿por qué mi mente consciente no lo hace también?
Todo sería mucho más fácil si el motor de nuestra razón fuera nuestro subconsciente; de esa forma seríamos realmente sinceros, sólo responderíamos al impulso del momento, y yo no tendría que seguir guardando dentro de mí tantos deseos. Es ciertamente doloroso y, quizá por eso, mi mente me traicione cuando estoy dormida y los deje escapar. Quizá se haya dado cuenta de que no tendrá otra forma de aligerar carga.
Aun con todo, es maravillosa la sensación que se queda conmigo después. Porque en esos sueños tan vividos, cuando yo te digo "espera, no te vayas de mi lado. Quédate conmigo para siempre" tú esperas y te quedas, y tomas mi mano, y me miras directamente a los ojos, como si la vergüenza o el miedo al vacío no pudieran existir en ese mundo de irreal fantasía.
Así que en conclusión, creo que mi mente trata de decirme que puede que haya otro futuro diferente al que yo ya doy por sentado; y puede que lo esté consiguiendo, porque cada mañana me levanto con esperanzas nuevas y más fuertes, pero solo me da eso, esperanza, ya que todavía no ha conseguido infundirme VALOR.